EL JARDIN DE LAS DELICIAS: CREACION DEL PARAISO

En este panel nos muestra una escena del Paraíso en la que Dios entrega Eva a Adán como mujer. Es el origen del pecado de la lujuria que se desencadena en la tabla central. El Bosco reproduce la mentalidad medieval: "la culpa de Eva" en el inicio de los males de la Humanidad.
En la parte superior están representadas la Fuente de la Vida, el Árbol del Bien y del Mal (con la serpiente) y el Árbol de la Vida (un drago canario).
Están rodeados de animales, algunos en lucha entre ellos anunciando los futuros males del mundo. Se ha querido ver en ellos un significado simbólico, procedente de los bestiarios medievales. En algunos casos tal vez haya simplemente una intencionalidad burlona y desenfadada, como en el conejito, alusión al sexo femenino, situado junto a Eva.
Nos presenta una figura de Dios muy joven, convención muy frecuente en la literatura holandesa del siglo XV donde el matrimonio entre Adán y Eva es realizado por un Dios juvenil.
Como es habitual en El Bosco, el Paraíso no existe enteramente libre de al menos una prefiguración del diablo, que aparece como un foso en el primer plano, del que están emergiendo una gran variedad de criaturas. 

EL JARDIN DE LAS DELICIAS

El Jardín de las Delicias es, sin duda, la obras más admirada y controvertida de El Bosco. Un triptico excepcional, prodigio de mitos y tradiciones mundanas e imaginativas, plagado de un clima de fantasía inagotable. Es una pintura que se lee, son situaciones sucesivas que implican la máxima atención del espectador es su contemplación.
Tradicionalmente se denominó "La pintura del Madroño". En su primera parte se representa la creación del mundo (Adán y Eva), el centro es el "Jardín de la Delicias" y la parte izquierda es el infierno.